Obsesión por la delgadez

Las mujeres gordas tienen, en la actualidad, un problema de concordancia con la identificación estética de nuestro siglo. Las  mujeres gordas, son interpretadas desde distintos ángulos y, en la mayoría de los casos, estos juicios de interpretación siguen la línea mil veces transitada de la estética.

Sin embargo, las mujeres gordas, tuvieron su momento de marcar tendencias. Siglos atrás, los parámetros de delgadez que aceptamos en la actualidad bien podrían haber llevado a interpretaciones varias como las de locura, posesión demoníaca o carencia extrema de alimentación adecuada.

Pese a lo dispar de las situaciones, hay un rasgo común entre las dos épocas: el apego a los modelos estéticos de cada tiempo han dejado de lado los riesgos para la salud que supone lograr el estándar de cuerpo propuesto.

En la actualidad, muchas mujeres pueden sufrir discriminación y/o depresión por su constitución física robusta, debido a la imagen de la delgadez y la apariencia esbelta imperante que han ensalzado la mayoría de los medios de comunicación y una gran parte de la sociedad de consumo.

Caderas prominentes, pómulos rellenos, papada, piernas rollizas, brazos gruesos y piernas anchas, parecen ser un delito bajo la mirada de muchas personas que, consciente o inconscientemente, tienen una especie de resentimiento o prejuicio hacia las mujeres gordas.

El mundo de la monda, no sólo no es ajeno a esté fenómeno, sino que lo fomenta al presentar mujeres casi esqueléticas y diseños de ropa pensados y creados para mujeres extremadamente flacas y altas que, en la mayoría de los casos, no representan a casi nadie logrando, con estas actitudes, que muchas mujeres que no cumplen con estos requisitos físicos se sientan fuera del sistema.